lunes, 9 de enero de 2012

Entre bobos anda el juego.

Desde hace unas semanas cada día las televisiones y los periódicos nos vienen contando la enorme y vital importancia que tiene para España, el mundo, y parte de la galaxia, que el nuevo  secretario general del PSOE sea, o Rubalcaba o Carme Chacón.

Y no deja de ser curioso que a ambos les importa un comino tener nuevas ideas o programas para su partido. Conseguir los avales para ser candidatos es su objetivo. El nuevo programa, las "nuevas ideas", son secundarios... Ambos se adaptarán, total, no van a cambiar mucho. Ambos son corresponsables de esta locura de crisis. Da igual. Si antes no supieron que hacer con la crisis, seguro que mañan nos contarán que ahora si, ahora si saben  como salir de la crisis. Y la televisión y la prensa nos contarán sus "magníficas ideas" que serán las de siempre, las que dictan los de siempre.

Y a eso apuestan las televisiones y los periódicos. Que cuidan mucho la alternancia. Cuando el PP se queme, lo que tal como están las cosas, sucederá pronto, de nuevo tendrán al PSOE listo para coger el relevo. Ya saben que el PSOE, como ha hecho siempre, hará lo que digan los mercados, tal como hace el PP. Todo "atado y bien atado".

 A la mayor gloria de bancos y multinacionales, todo sigue el plan marcado. Unos y otros se necesitan. Los banqueros y multimillonarios necesitan al PSOE, un partido que haga lo que hay que hacer en beneficio de sus intereses, cuando el PP ya no pueda seguir. El PSOE necesita unas televisiones que lo publiciten gratis y unos bancos que les regalen millones. Y sus dirigentes, cumplir sus aspiraciones de poder, y vivir bien. Todo eso por cuatro palabras bobas que las televisiones presentan como "novedad".

Marionetas. Y tras ellas vamos todos, como las ratas y los niños, tras el flautista de Hamelín, en una nueva fábula que nos cuentan Antena 3, la Sexta, Tele 5, Cuatro, El país, ABC,  y demás.

Cuando a pesar de tanta mentira y engaño, millones de personas siguen votándolos, algo debe estar pasando. La ciudadanía no cambia. Es como si estuviese asustada y pretende que todo quede al menos como estaba... y votan a los que les cuentan esa misma historia... "todo volverá a ser como antes".

Pero no es verdad. Nada será igual. Solo que aún no lo creemos, ni queremos creerlo. La realidad nos dará una bofetada. Como siempre.